Bienvenidos a la Economía Virtual

Por: Rudy Fernández E.

 

¿Has escuchado alguna vez sobre una economía virtual? ¿Sí? ¿No? Te sorprenderá saber que las primeras economías virtuales aparecieron por allá de los noventas, en el mundo de los videojuegos. Es más, las primeras investigaciones formales sobre el tema aparecieron hace casi ya veinte años.

 

Pero ¿qué es la economía virtual?

 

La economía, entendida no como ciencia sino como espacio donde se llevan a cabo transacciones y se toman decisiones sobre los recursos (véase la diferencia entre economics y economy), puede ser más o menos entendida como un lugar donde productores y consumidores generan transacciones basadas en precios y cantidades.

 

Tradicional e históricamente, dicho lugar -el mercado- era un espacio físico, donde productores y consumidores realizaban sus transacciones, usando dinero físico y entregando en su mayoría cantidades productos físicos o servicios basados en elementos físicos.

 

Sin embargo, en la actualidad, muchos de estos conceptos han dejado de ser los tradicionales, los mercados virtuales (eBay, Mercado Libre, Amazon, Nasdaq, Alibaba y un largo etcétera) le han ido ganando terreno a los mercados tradicionales, los de cemento y mortero.

 

Por su parte, es el sector servicios uno de los que mayor valor agregado genera en la economía impulsado por la tecnología, encima del sector primario o el industrial, y ello implica que muchas de las transacciones que involucran servicios no implican el traslado de mercancías físicas.

 

Lo anterior implica que existen ya mercados virtuales y productos virtuales, pero hasta hace algunos años faltaba un elemento central de la economía que aún pertenecía al mundo físico: el dinero.

 

Sin embargo, con el nacimiento de las criptomonedas, todo cambió. La economía virtual está prácticamente completa.

 

En una economía virtual, el mercado, los productores, los consumidores, los productos y el dinero se encuentran en un entorno virtual, en el que se intercambian productos que pueden ser físicos o no, pagados con dinero digital, con valor en el mundo real. Es una economía que genera valor que trasciende a la economía real.

 

¿Qué tan real es una economía virtual?

 

Tan real como que en 2010, un «emprendedor virtual» británico llamado Jon Jacobs, hizo casi 400,000 libras en la venta de un centro nocturno en una de las lunas de Saturno. Claro, hablo de un video juego, pero en lo que respecta al dinero, hablo de dinero real. El club le dejaba ingresos anuales de más de100,000 libras, gracias a las micro transferencias del mundo virtual llamado Entropia Universe.

 

Esta transacción llamó la atención de los medios porque rompió los records establecidos a la fecha con respecto a este tipo de transacciones, las cuales no son raras hoy en día.

 

Lo anterior nos brinda una idea muy clara de que no solamente existen espacios visuales donde se intercambian cosas reales, sino que también existen espacios virtuales donde se intercambian cosas virtuales, pero con dinero muy, muy real.

 

¿Y qué con las criptomonedas?

 

Pues a pesar de que una buena parte de los elementos que intervienen en la economía podían hacerse virtuales – exceptuando claro, la producción y la logística -, había un elemento central que seguía siendo real, el dinero.

 

¿Qué implica lo anterior? Que el dinero, al ser emitido por el Banco Central de un país en particular, está sujeto no solo a condiciones de mercado, sino también a las políticas monetarias y fiscales de las naciones.

 

Lo anterior sin mencionar la capacidad que han desarrollado los gobiernos para rastrear operaciones financieras, no solo con el fin de perseguir delitos como el lavado de dinero y el tráfico, sino también con fines impositivos.

 

Lo anterior le da a los Gobiernos y Bancos Centrales un poder enorme sobre las finanzas de sus ciudadanos. Así que no importa que tan virtual sea la economía, mientras se siguiera usando dinero real, el impacto en el sistema económico tradicional aunque significativo, no tendría repercusiones monetarias o fiscales significativas, en la medida que se regularan dichas transacciones virtuales.

 

Sin embargo, las criptomonedas, al ser dinero «libre», genera recelo por parte de los Gobiernos y los Bancos Centrales, al argumentar el peligro de su uso, a la vez que muchos desestiman tales opiniones debido a las implicaciones de pérdida de control que este nuevo dinero significa para dichos entes.

 

Las Posibilidades son Infinitas

 

Imagina que diseñes un servicio virtual y basándote en ello crees una empresa virtual, y que por lo tanto su funcionamiento dependa de computadoras, servidores, personas y… mucha inteligencia artificial.

 

Imagina que puedes prestar este servicio en todo el mundo, formalizando tu empresa a través de contratos basados en blockchain, recibiendo pagos exclusivamente en criptomonedas.

 

Por supuesto existen cosas que no pueden reemplazarse en la economía virtual, como ya se ha sugerido; cosas como las fábricas y los servicios logísticos, indiscutiblemente deberán seguir existiendo, puesto que por muy virtual que sea la economía, al final los que la haremos funcionar somos personas de carne y hueso, que necesitan productos reales.

 

Sin embargo, una economía virtual como la que se describe se convertirá en un serio reto para la recaudación de impuestos, para la normativa de los negocios, para los modelos de negocio que se basan en las necesidades de desplazamiento de personas y de espacios físicos de oficina. Y si a lo anterior le sumamos procesos de manufactura y logísticos altamente automatizados, nos enfrentamos al futuro que en muchas películas han explorado, uno donde lo que haces y quien eres en el universo virtual, es más importante sobre lo que haces y lo que eres en el mundo real.

 

Que Sigue

 

Sin duda, son Facebook, Amazon y Google los que tienen una ventaja en la economía virtual.

 

Facebook tiene las interacciones sociales, además de que está comenzando a incursionar con seriedad en el ámbito del comercio. Pero ha sido su anuncio sobre el lanzamiento de su criptomoneda lo que ha puesto a la empresa en los reflectores. Con más de 2 billones de usuarios activos en todo el mundo (similar a la población sumada de China e india), Facebook podría crear la economía virtual más poderosa que jamás haya existido, más poderosa que cualquier país del mundo.

 

Por otro lado tenemos a Amazon, cuyos esfuerzos en perfeccionar la logística y su posición predominante en el e-commerce le ha permitido desarrollar un gran expertise en el ámbito. Actualmente la dinámica sigue siendo la tradicional: se ofrecen productos en la plataforma y los consumidores buscan lo que necesitan. Quizás en el futuro la plataforma se vuelva más flexible y realista, con consumidores que demanden productos específicos y productores luchando satisfacer las necesidades específicas de los clientes.

 

Y Google, que podemos decir de dicha empresa que no se haya dicho antes. Es el big brother, sabe lo que hacemos, lo que pensamos, donde estamos, quienes somos, que compramos; tiene toda la información para diseñar un espacio virtual funcional y perfectamente rentable.

 

Un único problema: ¿confiarías en una empresa privada para administrar tu economía virtual de forma transparente, honesta y justa?

 

Las opiniones expresadas en el presente artículo son las de los autores y no representan una posición oficial del RF&A Consulting ni de sus socios. Autor: Rudy Fernández Escobedo, MBA. Entrada originalmente publicada en el Blog Dinero y Estrategia 

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